El representante Alejandro García, como coautor y acompañante del proyecto liderado por el representante Daniel Carvalho, celebra la aprobación en último debate de la Ley contra el Ruido.
Esta normativa busca mitigar los impactos de la contaminación auditiva y promover una Política de Calidad Acústica en el país. La plenaria del Senado votó mayoritariamente, consolidando un esfuerzo colectivo para enfrentar una problemática que afecta tanto a Risaralda como al resto de Colombia.
En ciudades como Pereira, algunos habitantes han optado por pasar los fines de semana fuera de sus hogares debido al ruido, mientras que otros han tenido que mudarse permanentemente. Además, el impacto económico en comunidades como la Comuna del Río es significativo: la contaminación auditiva ha reducido el valor de las propiedades, afectando el desarrollo local.
Nacionalmente, la problemática no es menor. Según datos de la Policía Nacional, el 70% de los conflictos de convivencia están relacionados con el ruido, mientras que la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos (Rccv) reporta que el 61% de los bogotanos están insatisfechos con los niveles de ruido en la ciudad.
En Pereira, el ruido ha escalado a una crisis de salud pública. Según la Policía Metropolitana de Pereira, de las 35.000 llamadas recibidas el último año, 24,600 (70%) correspondieron a denuncias por exceso de ruido. Este dato alarmante evidencia un problema que no solo afecta el bienestar y la convivencia de los ciudadanos, sino que también los empuja a tomar medidas drásticas.
"El problema del ruido no es trivial; es una crisis de salud pública que afecta profundamente la vida diaria de nuestra comunidad. Muchas personas han tenido que recurrir a un desplazamiento temporal para encontrar tranquilidad, pasando los fines de semana en casas de familiares o amigos, mientras que otras, sin alternativas, se han visto obligadas a mudarse definitivamente. Las 35,000 llamadas reportadas por la Policía Metropolitana reflejan una población que pide ser escuchada y atendida con soluciones reales y urgentes", afirmó el representante García.
¿Para qué sirve esta ley?
La Ley contra el Ruido establece las herramientas y lineamientos para una Política de Calidad Acústica en Colombia, garantizando el bienestar de las personas y los ecosistemas a través de un entorno libre de los impactos nocivos del ruido.
Entre sus principales componentes, la ley incluye:
1. Definir principios y competencias para gestionar, mitigar y controlar los impactos del ruido.
2. Fijar lineamientos para formular la Política de Calidad Acústica, asignando responsabilidades claras a las entidades competentes.
3. Desarrollar estrategias interinstitucionales para mejorar la gestión de la contaminación acústica.
4. Fortalecer herramientas jurídicas y de policía para preservar el orden público.
La contaminación acústica tiene impactos graves en la salud pública, incluyendo estrés, insomnio, ansiedad y baja productividad laboral, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, afecta no solo a las personas, sino también a los ecosistemas, alterando el equilibrio de la flora y fauna.
La aprobación de esta ley es el resultado de un esfuerzo colaborativo que incluyó a la academia, sectores públicos y privados, y comunidades afectadas. Su enfoque integral y participativo permitió lograr el respaldo mayoritario del Congreso, marcando un paso significativo hacia una Colombia más consciente del impacto del ruido en la calidad de vida.
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