Vender licor o cigarrillo de contrabando también lo expone al cierre temporal del establecimiento

Foto: Gobernación de Risaralda

La venta de licor o cigarrillo de contrabando conlleva a que no lleguen recursos a la Gobernación de Risaralda para inversiones en deporte, salud, vías y apoyo social. La Gobernación invita a los comerciantes a unirse a la campaña ‘A lo bien Risaralda Compra y Vende Legal’.

Un licor o una cajetilla de cigarrillo se cataloga

como contrabando cuando no cumple con la normatividad del país donde se comercializa, es decir, al no mostrar las características de presentación del producto para su comercialización, hasta el pago del Impuesto al Consumo.

“El licor se considera de contrabando cuando no posee el elemento de trazabilidad (estampilla) que acredite el pago del impuesto en el departamento donde se comercializa. O cuando posee la estampilla, pero de otro departamento distinto al que sirve de comercialización”, dijo la directora de Fiscalización de Risaralda, Luz Andrea Henao Torres.  

Frente a la cajetilla de cigarrillo, la directora de Fiscalización explicó las tres maneras que tienen los comerciantes de este producto para identificarla:

1. Los cigarrillos comercializados en Colombia no traen fecha de vencimiento.
2. El pictograma debe ocupar un 30 por ciento de la cajetilla y ubicarse en la parte inferior.
3. En la parte lateral de la cajetilla debe decir ‘Importado para Colombia por’ (nombre de la empresa).

El Estatuto Tributario de Risaralda autoriza al Grupo Operativo Anticontrabando de Risaralda - GOAR la aplicación de las diferentes sanciones por este delito, entre ellas:

El cierre temporal del establecimiento.
Aprehensión de la mercancía de contrabando.
El pago de una sanción que alcanza las 10 veces el impuesto dejado de pagar.

“Invitamos a todos los comercializadores de licor y cigarrillo a unirse a la campaña ‘A lo Bien, Risaralda compra y vende legal’, con la que se busca concientizar la venta de productos legales y una cultura de la venta legal”, agregó Luz Andrea Henao Torres, directora de Fiscalización de Risaralda.