Por: Carlos V. Sánchez H. Cavisa
Los acontecimientos de la última semana han dejado ver nuevamente un sector cultural supremamente dividido ante el actuar del presente gobierno de Mauricio Salazar y su plan para la cultura. Esto obedece a una falta de atención a los
procesos administrativos, de gestión y ante todo, la falta de una visión prospectiva. Pongo las cosas un poco en contexto:Durante el primer semestre del año, el sector cultural de la ciudad de Pereira estuvo a la espera de la apertura de la convocatoria de concertación que tuvo un considerable atraso en ser abierta por parte de la Secretaría de Cultura (y así va la de estímulos). La estrategia legal consiste en que este tipo de convocatorias suelen publicarse durante unos días no determinados para ponerlas a consideración del público y así el departamento jurídico esté atento a cualquier tipo de reclamación que suceda, pero nadie suele enterarse de este proceso por su paso silencioso en las plataformas, luego pasa a Jurídica sin pena ni gloria para su resolución final y se abren oficialmente dichas convocatorias. Durante ese periodo de tiempo no hubo una sola reclamación por parte del sector cultural frente a las reglas de la convocatoria y la forma en que se iban a distribuir los recursos, esto debido a la poca difusión, el afán de la administración por el constante retraso en su apertura y al poco interés de ponerse en esas tareas por parte de los actores culturales.
Foto: Suministrada |
Posteriormente después de muchas postergaciones y adendas, finalizando mayo, se dio a conocer los resultados de concertación, y ahí sí, un grupo de gestores culturales lanzaron su grito al cielo argumentando que los recursos se distribuyeron de forma inequitativa y no se tuvo en cuenta la antigüedad ni experiencia de ciertas organizaciones. Por otro lado, algunos gestores tuvieron que pasar la vergüenza de ser públicamente retirados de concurso porque hacen parte de la oficina a cargo de definir los ganadores de la misma y participaron con sus organizaciones sin pena, ni pudor. Otras organizaciones tradicionales decidieron participar en categorías que no le correspondía, y aunque tuvieran varios años de experiencia en el terreno, se presentaron como organizaciones emergentes, captando recursos que le podían servir a otras agrupaciones que estaban tratando de nacer con sus proyectos, todo esto gracias a los vacíos que dejaba la convocatoria.
Las reacciones frente a la forma en que se distribuyeron los recursos del plan de concertación no pueden tildarse sino de reactivas y tardías y nada o poco solucionan, pues lo que demandan estos grupos es que se suba en al menos 100 millones de pesos más la bolsa de recursos otorgada para esta concertación, cuestión que a todas luces es inviable jurídicamente y no depende de voluntad alguna, sino del cambio de resoluciones que atrasarían mucho más los procesos ¿Y Después qué?
El sector cultural de Pereira, o al menos alguna gran parte de él, suele actuar de forma reactiva y coyuntural frente a las situaciones que se presentan con los recursos para la cultura de la ciudad y cazan peleas perdidas porque tienen la manía de llegar tarde a las discusiones.
La verdad es que la problemática cultural de fondo que padece la ciudad incluye la falta de recursos, así como la ausencia un plan maestro de cultura como hoja de ruta de la ciudad, una política cultural sólida, además de un observatorio veedor de dichas políticas (que evite este tipo de fallas), y la solución a esta situación no se puede reducir a la solicitud de cien millones de pesos nada más.
En reunión realizada el pasado martes 28 de mayo en el Lucy Tejada, algo más de 40 organizaciones fueron a reclamarle a la secretaría de cultura la mala distribución de los recursos asignados en el plan de concertación, cuestión jurídicamente irreversible. Incluso en dicha reunión convocada por la secretaría, propusieron que todos los artistas ganadores de esta convocatoria no hicieran entrega de los documentos hasta no tener una reunión con el alcalde, para pedirle directamente la cabeza de la secretaria (otra vez, como hacen cada año, como si eso solucionara tamaño problema de fondo). Pero el resultado no pudo ser más contraproducente: otra parte del sector se negó a semejante propuesta de no entregar documentos, mostrando ante la administración la eterna división del gremio cultural, por la cual los avances en este terreno son nimios en la ciudad: Teatro Santiago Londoño sin modernizarse y a punto de caer, falta de escenarios en las periferias, el Lucy Tejada al borde del colapso, bajo nivel de lectura en la ciudad, jóvenes sin posibilidades para sus talentos y que caen en el vicio o el suicidio, etc.
Sin duda son justas las reclamaciones, pero tardías, y las luchas siguen siendo inocuas. Demandar acerca de unos recursos que ya fueron asignados y otorgados por un jurado es como querer cambiar desde la tribuna el resultado de un partido que ya finalizó.
Acá el problema de fondo que hace que esto suceda es otro muy diferente: la falta de un plan y una visión prospectiva acertada, estratégica por parte del sector cultural y los estamentos estatales a cargo de la plata de la cultura de la ciudad, que permita fomentar el desarrollo e impidan estos tristes espectáculos ¿Cuántos de estos líderes y actores culturales participaron con seriedad de las mesas del plan de desarrollo, fueron convocados o se dieron cuenta de dichas mesas? ¿Cuáles planes o programas se propusieron desde el sector y cómo están alineados a un plan maestro de cultura que sigue sin salir a la luz y bajo el capricho de cada secretario que lo recibe? (Ese plan ya estaba listo desde la dirección de Rosa Ángel y solo debía actualizarse y convertirlo en políticas pública) ¿Cómo se incidió en las mesas del plan de desarrollo para que no fueran solo un show mediático y arrojara resultados potentes?
Las discusiones no pueden ser coyunturales, todos dicen que la cultura es importante para el desarrollo de las ciudades pero el presupuesto aprobado por el concejo para estos 4 años es muy poco, $46.414 millones versus $46,059 millones del gobierno pasado, seguimos con el mismo presupuesto, la inflación más alta y las mismas estrategias de hace ocho años. Además, los indicadores trazados en dicho plan, o son muy bajos, o descomunales, como el de querer impactar 600 mil personas desde la biblioteca. ¡Pero, si tan solo somos algo más que 460 mil habitantes, y solo hay 5 mil usuarios adscritos! ¿Cómo lo vamos a lograr?. Se siguen proponiendo los mismos indicadores de hace cuatro años, y para colmo, no hay a la fecha publicación de libros ganadores de los estímulos del año pasado, ni se vislumbra cómo se va a alentar las generaciones potentes de narradores gráficos de Pereira, de escritores que están esperando su publicación ya ganada, de Chambranas, de salas concertadas, de escuelas que marchan lentamente y sin tecnificarse.
Mientras que el gran debate de los gestores culturales de esta ciudad giraba en torno a 100 millones de pesos, el plan de desarrollo se aprobó con unos impactos que se centran en 124 tomas de parques, como si fuera la única fórmula para alcanzar un desarrollo cultural, en un desconocimiento que demuestra lo poco importante que es la cultura para la ciudad, el gobierno y los concejales (salvo un señor que al menos abrió el debate). ¡Caramba, qué cortina de humo tan imprevista! Caímos en la trampa, impulsados por líderes culturales tan equivocados como miopes.
Hoy día grandes sectores empresariales, hombres y mujeres visionarias y valiosas de la ciudad se sientan en las mesas para discutir proyectos geniales como el crecimiento hacia el occidente, el parque San Mateo, el tren de cercanías, los megacables, hospitales, y otros realmente estratégicos de Ciudad, el sector cultural poco o nada está aportando a ese crecimiento porque sus debates son coyunturales, de centavos y autorreconocimiento, y no presentan una propuesta conjunta de ciudad que marque un hito cultural, en medio de la precariedad de las comunidades y una agenda nocturna cargada de droga y prostitución. ¿Qué apuesta cultural va a ofertar la ciudad de Pereira por lo menos de aquí a 10 años para mitigar los suicidios, feminicidios, los problemas ecológicos y sociales de Pereira? ¿Cómo está participando el sector en la consolidación de proyectos de infraestructura como los mencionados más arriba? La respuesta está en el Plan Maestro de cultura, y el Plan Municipal de lectura, valiosos documentos embodegados por la actual administración y olvidados por el sector.
La propuesta entonces consiste en que el sector cultural y aquellos líderes que tanto movilizan adeptos, asuman de una vez por todas un rol inteligente, estratégico y proactivo de Ciudad, sepan trabajar de la mano con las instituciones, líderes y gobiernos, sin tanta politiquería de una parte y de otra, sin tanto bonche innecesario, con más conocimiento de lo público y menos asco por el político, sin tanto protagonismo de vereda, y así orientar, asesorar, participar de mesas, desde su saber, a la construcción desinteresada y participativa de la ciudad creativa que tanto soñamos hace unos años, mostrándole a los administradores, secretarios y cargos medios cuál es el camino que se debe trazar según una hoja de ruta convenida entre todos y que se debe defender a capa y espada, mientras llegan nuevos y mejores administradores.
Abramos los ojos y pensemos más en la ciudad y menos en la coyuntura, si vamos a hablar de los recursos de concertación entonces pongamos los ojos al frente y no atrás, cuidemos el plan y los recursos de estímulos, preguntemos acerca de cómo se están planeando las convocatorias, antes de que suceda lo mismo y aportemos soluciones sólidas para que concertación del año entrante sea cada vez mejor, con más recursos, sin vacíos que promuevan la poca ética de algunos actores, que el plan de estímulos no sea el mismo de siempre, sino que se amplíen al menos en dos más,(salas concertadas, circulación, etc.) y POR FAVOR pensemos en infraestructuras. ¿O qué ciudad queremos dejar cuando nos vayamos? Madurez, concentración y articulación en el debate, seamos menos reactivos y más prospectivos.
Me encanta el haber literario que ha sumado CAVISA a lo largo de sus años de experiencia, lo aplaudo con sincera satisfacción, sin embargo, referente a esta columna debo pronunciarme para que algunas de sus afirmaciones y predicciones no queden como ciertas, porque están lejos de serlo. En primer lugar, no es cierto que estemos supremamente divididos ante el gobierno actual, por el contrario, la unión es la que hace estas pronunciaciones hacia él; otra cosa es que, quien no ha aceptado las invitaciones para analizar y evaluar lo acontecido últimamente, haya sido el mismo CAVISA, que se oscurece por su ausencia y que ahora, quiere iluminarse con sus escritos. Su contexto sobre lo acontecido, como él mismo lo escribe, está descontextualizado porque asegura lo que no es. Miremos: En cuanto a la convocatoria de CONCERTACIÓN, sí se ofrecieron comentarios, inconformidades, réplicas y demás, que la misma Secretaría de cultura municipal no atendió, sabiendo -incluso- los posibles errores que nacerían al no escuchar nuestras recomendaciones... recomendaciones dadas antes que todo quedara blindado jurídicamente, y así pasó, ¡Muchos errores! O sea, que la frasecita de "no hubo ni una sola reclamación por parte del sector cultural frente a las reglas de la convocatoria", se queda sólo en eso, en una frasecita bonita.
ResponderEliminarTampoco es cierto que se haya hablado, escrito o difundido una demanda de 100 millones de pesos más para la bolsa de esta convocatoria; si no leyó bien el autor de la columna, lo afirmado es que sólo 100 millones de pesos aumentó la administración en este certamen, sólo 100 millones de pesos más, dejándola en mil setecientos millones de pesos; eso no lo estamos ni pidiendo, ni demandando, lo estamos informando.
Completamente falso -pero recontrafalso- que estemos pidiendo la cabeza de la secretaria, eso sólo lo he leído en el escrito en cuestión por Carlos Vicente Sánchez, CAVISA; nosotros no hemos usado tinta para ello. ¡Los mejores deseos para la secretaria Emilia del Socorro Gutiérrez Gómez!
Nuestras reclamaciones son justas y no tardías, dejamos con ellas, un precedente para que este tipo de concertaciones mejoren actualmente para los años y agrupaciones posteriores. Estamos seguros que estas batallas no son inocuas como lo asegura CAVISA.
Cierro mi comentario "abriéndole los ojos al escritor -mi gran coequipero- para que piense más en la ciudad y no dé tanto bombo a 100 millones de pesos que a él, por ignorancia, desconocimiento, o desinformación, le dieron pie a su columna. Sí, señor, "seamos maduros y concentrémonos en el debate, seamos más prospectivos y menos reactivos".
Alexey Valencia Arcila.
Director de Telaraña teatral y de la Fundación El Camino.
Buen literario ,pero muy mal jefe y funcionario
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