sábado, 5 de agosto de 2023

Folios - Juego Sucio

Por Carlos Humberto Isaza

Hasta el instante en el que el expresidente Gaviria firmó el documento que avala a Juan Diego Patiño como candidato único del Partido a la Gobernación de Risaralda, el senador Juan Pablo Gallo le imploraba -con vehemencia-, que no se lo otorgara a

Patiño, no obstante ser quien había liderando todo el tiempo las encuestas de preferencia para la gobernación de Risaralda, sino al aspirante conservador Javier Darío Marulanda. La situación se tornó tan tensa que el jefe liberal tuvo que imponer su autoridad, otorgarle el aval a Patiño y notificarle a Gallo que tenía la obligación de acompañar esa candidatura.

Gallo y su socio/hermano/estratega ya tienen la maña -entre otras- de jugar sucio en el tema de la Gobernación. Hace cuatro años, mientras le solicitaban al mismo jefe liberal el aval para un candidato con vocación de derrota, inflaban a otro -también conservador-, al que aspiraban a hacer elegir con los votos del ‘equipo’ liderado por Gallo, pero sin articular una coalición de partidos. Al final la argucia se desveló y, una vez descubiertos en su ardid, les tocó bajar a su ‘candidato’.

Esa vez, como en otras, la trampa se les frustró. No se trataba de una estrategia sino de un engaño. Muchas veces los que se auto promocionan como ‘estrategas’ no lo son tanto. Son más bien tramposos. Esa es la práctica que introdujo en nuestro suelo el ‘zar de la propaganda sucia’, de la propaganda negra y de la mentira, a través de su más reconocido discípulo. No son muy estrategas, sino muy tramposos.

La campaña ‘Juan Diego Gobernador’, desde que inició, se ha mantenido en la cima de las preferencias de los electores, no obstante todos los palos en la rueda que le meten desde la jefatura regional, la cual, de dientes para afuera le coquetea a Patiño, tratando de asegurar una presencia en la administración departamental, por el temor que les produce la posibilidad de no retener la Alcaldía de Pereira, en medio de la tan reñida campaña y de la fortaleza de algunos de los contrincantes; en tanto que, de dientes para adentro, impulsa al candidato conservador; y no obstante, también, la carencia de un aliado de peso en Dosquebradas, municipio para el que el liberalismo tácitamente ‘renunció’ a disputar la Alcaldía, como la paga de un pacto perverso por cuenta del cual, a cambio de miles de votos para una curul en el congreso, se comprometió a no impulsar un candidato para dirigir los destinos de un municipio que tiene la mitad de la población de Pereira y una incidencia significativa en la elección de un gobernador. Pacto que adicionalmente se selló con compromisos burocráticos.

Pereira, 4 de agosto de 2023
chisaza@yahoo.com

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