Foto: Gobernación de Risaralda |
El diplomado surgió gracias a la alianza entre la Gobernación de Risaralda a través del Despacho de la Primera Dama y la Secretaría de Mujer Familia y Desarrollo Social con la Corporación Universitaria Minuto de Dios - Uniminuto, que en agosto informaron a los 14 alcaldes de la creación del programa y la importancia de que los profesionales de sus territorios participaran en el proceso.
Nathalia Sierra Ramírez, gestora departamental, explicó que en el diplomado virtual se trabajó bajo la asistencia técnica del programa Crianza Amorosa + Juego, priorizando a Pueblo Rico, Marsella y Quinchía con 12 cupos y al resto de municipios se les adjudicó dos cupos para llevar a cabo la formación académica.
Por su parte, Fabiana Betancourt Zúñiga, directora de Familias e Inclusión Social y quien desde la secretaría de Mujer, Familia y Desarrollo Social está el subprograma de infancia, destacó que por medio de la malla curricular, “El diplomado ofreció a los profesionales elementos para fortalecer en las familias el amor y el respeto, con el propósito de transformar los imaginarios sobre prácticas de crianza. Por ello el plan de estudios estuvo divido por ocho módulos, los cuales fueron socializados en el primer encuentro, describiéndolos cada uno con su correspondiente ponente, cuyo bagaje fue sustentado desde la experticia, la práctica y los títulos académicos que los habilitan para el ejercicio”.
La profesional Lucero Orozco del subprograma de infancia de la secretaría de Mujer, Familia y Desarrollo Social, presentó en la ceremonia de graduación el impacto que tuvo el diplomado e informó lo siguiente:
“Inicialmente se inscribieron 69 funcionarios, 17 desistieron por diferentes razones quedando 52 estudiantes y una más que fue la Gestora Social de Risaralda. Estas 53 personas culminaron la formación en crianza consciente y tuvieron la disciplina de cumplir con el desarrollo de los dos entregables acordes a lo solicitado, en los cuales se impactó a 1.124 personas”.
En representación de los profesionales formados, José Fernando Herrera Jiménez, docente orientador de la IE San Pablo de Pueblo Rico, explicó que quedó con la satisfacción de la tarea cumplida y con una gran misión, seguir trabajando por los niños, niñas y adolescentes y dijo que “a nivel profesional el diplomado me dejó formación, creación y devoción y a nivel personal un gran potencial que prácticamente re dignifica mi vocación de formar familias con sentido de resiliencia interna que entiendan y comprendan las realidades”
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