Foto: Areandina |
Por: Areandina Pereira
En los últimos años el mundo ha venido sufriendo cambios en diferentes ámbitos, los cuales están marcados por situaciones diversas que los pueden acelerar o ralentizar. Sin embargo, la realidad que enfrentamos con la pandemia, consolidó de forma más rápida la manera de realizar negocios.
Temas como la transformación digital de la sociedad, de las empresas y las personas, automatización del trabajo, tecnología, y desglobalización de la economía ya no son como se manejaban antes de la pandemia, se han vuelto una alternativa que va de la mano con la tendencia de los profesionales actuales que buscan mayor libertad para desempeñar sus actividades y no estar atados a un solo trabajo que les genere una fuente de ingresos, sino contar con varias fuentes y así poder disfrutar de comodidades que les complemente su estilo de vida.
De acuerdo con Edna Catalina Osorio, docente del programa de Administración de Negocios Internacionales de Areandina Pereira, “dentro de las bondades que ha traído esta aceleración y nuevo panorama, podemos destacar que el emprendimiento se ha beneficiado bastante y también de la mano con la tecnología ya que han surgido nuevas formas de desempeñar labores sin estar comprometido en una sola empresa. Es importante destacar que cada una de las tendencias en la nueva normalidad se enfrenta a nuevos avances los cuales vienen con retos y oportunidades. Algunas pueden estar más desarrollas que otras, pero en general, todas están en un proceso constante de innovación y evolución y son fuentes fundamentales para emprender”.
En ese sentido, la académica Osorio recuerda algunas de nuevas tendencias:
• La inteligencia artificial y el machine learning.
• Automatización del marketing y las experiencias de usuario únicas.
• Generación de contenidos a través de diferentes plataformas y aplicativos.
• El bitcoin, los NFTs y la tecnología blockchain, que promete llevar a la web 3.0, más descentralizada.
• Realidad virtual.
• La economía colaborativa.
• La robotización.
La experta Osorio es enfática en señalar que, a los elementos anteriormente mencionados, “se le suma el aumento de la digitalización del mercado que se enfocó en la innovación y experiencia del usuario, pues los procesos de atención ahora son personalizados y automatizados reduciendo cada vez los costos y facilitando las formas de conexión, generación de contenido y nuevas alternativas de emprender y llegar a más consumidores con productos y servicios que buscan facilitar su vida”.
Michael Rogers, antiguo futurista de The New York Times, ha aplicado una analogía de la navegación al proceso de innovación: conocer el rumbo y virar la vela, poco a poco, contra el viento para llegar al destino. En los próximos cinco años, la ciencia y la tecnología seguirán virando, lo que culminará en momentos de gran avance y en el comienzo de la llegada masiva de muchas tecnologías. Las mayores oportunidades para las empresas consisten en facilitar esa llegada y prepararse antes de que se produzca.
Los negocios del futuro para emprender
Ante esta inquietud de muchos ciudadanos en el mundo de la revolución tecnológica, la docente Osorio destaca el diseño de aplicaciones móviles, diseño web, blogging, vender infoproductos, programar un asistente virtual, creación de tiendas virtuales, consultorías virtuales, big data, entre otros. “Todos se caracterizan porque se pueden realizar de forma remota y en cualquier lugar teniendo conexión a internet y un buen dispositivo móvil”, puntualiza.
Con respecto al concepto de desarrollo y tecnología, se puede destacar que las empresas que eliminan los principales obstáculos a las tecnologías, pueden evolucionar en su sector. Uno de los puntos clave para esta evolución es la Inteligencia Artificial y uno de sus mayores retos es el desarrollo del aprendizaje no supervisado, por lo que actualmente, el desarrollo de algoritmos permite procesos más automatizados y menos intervención humana.
A medida que las empresas automaticen sus procesos aprovechando la Inteligencia Artificial, es probable que se vea una inundación de tecnologías de IA de nicho centradas en áreas funcionales individuales y una fuerte inversión de capital para desplegar algoritmos. “En cuatro o cinco años, se podría alcanzar una innovación empresarial real, sobre todo en lo que respecta a la IA, como resultado del despliegue a gran escala de la infraestructura. Las empresas que hayan invertido tiempo en desarrollar el talento y la infraestructura empezarán a ver cómo se aceleran los beneficios, y las empresas que se hayan quedado rezagadas, lucharán por ponerse al día”, finaliza la docente Osorio.
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