martes, 12 de julio de 2022

Petristas radicales intentarán devorar a Petro

El ala fundamentalista del petrismo, junto a un reducido grupo de extremistas uribistas, le causarán los más fuertes dolores de cabeza al nuevo gobierno, pero sin éxito.

Por: Wilmar Jaramillo Velásquez*
Columnista - El Pregonero del Darién

 Ya lo estamos viendo en Chile, han sido sectores de izquierda radical, los que más están presionando al presidente Gabriel Boric.

No sabemos cuánto durará la luna de miel del presidente Petro junto a los convocados al gran acuerdo nacional, al ejecutivo siempre se le ha dado tiempo para nombrar su gabinete y el grupo de colaboradores inmediatos, además de un año de tregua, antes de comenzar la presión desde diferentes sectores.

Con Petro ha comenzado una ola de descontento sin posesionarse, lo quieren tumbar sin recibir el gobierno y lo más crítico es que el bloque más reacio por el momento son los propios petristas, los que nunca entendieron su discurso de pacto con los contrarios, de un gobierno de la paz y no de la venganza, de la política del amor que predicó por todo el país.


Los encuentros con Álvaro Uribe y el más reciente con César Gaviria en Italia, producen urticaria en este bloque petrista y los reclamos van y vienen por redes sociales, y razón no les falta, darles oxígeno a unos dinosaurios rumbo a la extinción causa molestia.

Petro es un viejo zorro de la política, no está improvisando, él más que nadie sabe que estamos en un delicado proceso de transición sobre arenas movedizas, por eso se mueve con tanta cautela y no buscará choques con la vieja clase política, será esta la que terminará chocando cuando sus privilegios empiecen a desmoronarse.

Ya el banquero Luis Carlos Sarmiento prendió las alarmas, cuando les hablen de impuestos justos, cuando les toquen los baldíos robados al estado, cuando les supriman las multimillonarias exenciones tributarias, simplemente explotarán, el uribismo agónico  que  se sabe  mover  justamente  sobre esas arenas movedizas, ya  armó  su estrategia, por un lado, un  lenguaje  moderado hacia el nuevo gobierno, encabezado nada  más y nada  menos  que por Uribe  en persona,  quien  ya anunció línea  directa  con el nuevo gobierno y por el otro, un bloque  de oposición en cabeza  de María Fernanda Cabal, Margarita Restrepo, Enrique Gómez, al lado de los ya  conocidos  medios de comunicación adictos  al uribismo, que  servirán  de  parlante.

Entre tanto Petro se mueve con rapidez armando el bloque mayoritario en el Congreso, que le permitirá consolidar las viejas reformas aplazadas por décadas, por unos gobiernos amangualados con el Congreso para prolongar su trámite por el temor a perder votos.

Vendrán la reforma tributaria estructural y de fondo, la reforma a la justicia, la reglamentación del aborto, la eutanasia, la reforma a la salud, a la educación, al sistema electoral, una serie de cambios, todos sensibles al accionar del establecimiento, tan cómodo navegando en privilegios durante dos siglos y donde toda reforma asusta.

Ahí tendrá la primera prueba de fuego el gobierno de Petro, para transitar junto a una jauría de politiqueros, nada dispuestos a ceder.

Petro se ha sabido mover con inteligencia, el gabinete nombrado hasta ahora ha pasado el examen de sus críticos con las excepciones normales, además comenzó a trabajar temprano, es un hombre ordenado, disciplinando y comprometido, esto hará rendir el tiempo, ya que cuatro años quedarán cortos ante tamaña agenda.

Petro no tiene fácil la composición de su burocracia, fuera de la gente que trabajó de sol a sol durante años para llevarlo a la presidencia, muchos de ellos con la esperanza de acompañarlo en el gobierno, deberá lidiar con una estela de oportunistas que atraídos por el “gran acuerdo nacional”, aterrizaron a última hora para tomarse la foto.

Estas intrigas en cada región terminarán fracturando el proceso de reacomodo del nuevo mandato, aunque como siempre, no habrá cama para tanta gente y el grueso de la población se verá beneficiada con las grandes reformas, con el freno a la corrupción y con la aplicación de las nuevas políticas públicas, que son en realidad la esencia de un gobierno progresista como el planteado por Petro. El beneficio colectivo.

Las rencillas de quienes salen hoy a cobrar unos votos que en sana justicia le pertenecen a Petro, a   su construcción de proyecto por más de tres décadas, a su arrolladora figura pública y en gran parte en la recta final, al acierto en la designación de Francia Márquez como su fórmula presidencial. pasarán a un segundo plano.

Recordemos que las gerencias regionales no funcionaron, los recursos financieros ni logísticos llenaron oportunamente, o simplemente no llegaron, que el desorden de campaña fue nacional y generalizado, pero aun así los votos aparecieron en las parlamentarias, en primera y segunda vuelta. Un gran damnificado de este proceso, el propio partido del presidente, La Colombia Humana, grandes ganadores, el Polo que se quedó con la vicepresidencia, la UP, que repuntó en el Congreso, El Partido Liberal que se la jugó por la renovación con Luis Fernando Velasco a la cabeza, y los demás partidos de la coalición final como el Verde.

Desde ya me atrevo a vaticinar que la luna de miel con el uribismo, será flor de un día, ya que una vez entren en trámite las grandes reformas saldrán despavoridos con el viejo cuento chino de “defender la democracia, las libertades y la propiedad privada, puestas en riesgo por el comunismo”

A este grupo de presión se unirá al fundamentalismo petrista, que intentará comerse vivo al presidente bajo la tradicional antropofagia de la izquierda colombiana. Ninguno de los dos tendrá éxito.

*Wilmar Jaramillo Velásquez es periodista y comunicador social de Risaralda, radicado desde hace varios años en Antioquia en donde dirige el periódico El Pregonero del Darién.

1 comentario:

  1. Guillermo Osorio Orozco14 de julio de 2022, 7:48

    Quiero reportar que no había observado un escrito como este, tan centrado en la lógica, lo "real" de Hegel, el filósofo. Lo más duro de la vida, es la "realidad" y sin excepciones, a todos nos toca vivirla. Felicitaciones Don Wilmar por un gran aporte a la REALIDAD. Aquí no tiene cabida el "amanecerá y veremos".

    ResponderEliminar