Confiemos en la democracia

Victoria Eugenia Echeverri A
Directora Ejecutiva 
Fenalco Risaralda

Existe el derecho a elegir y ser elegidos, vivimos en una sociedad democrática que nos garantiza la independencia económica, la libertad, la participación y la justicia.

Necesitamos más crecimiento, productividad y alivio psicológico; para ello, el llamado desde FENALCO RISARALDA y los Gremios en general, es que tenemos que cumplirle a la democracia, depositando el tarjetón en la urna, con una necesaria postura de ética política, eligiendo el candidato con total transparencia, teniendo muy en cuenta el contenido de sus programas y la viabilidad de los mismos para esta economía impactada por la pandemia del Covid-19, con propuestas de vanguardia y sensatas, con mensajes sencillos y concretos llenos de contenido.

Las libertades, los derechos y la prevalencia del interés general, están en manos de la ciudadanía toda hacia un mañana mejor. 

Reconciliemonos, cerremos heridas, tramitemos las diferencias de manera pacífica y acertemos para la transparente ejecución de los recursos, el buen quehacer público en un ambiente libre, social y políticamente, poniéndonos de acuerdo en los temas fundamentales.

Estamos ante el desafío que plantea la capacidad de llegar al deber moral ante la gente del presente y del futuro, la decisión está en nuestras manos, unidos todos para recuperar la seguridad y la paz.

Enfrentamos una auténtica prueba, llega la hora de la verdad, somos los Colombianos los que decidiremos que queremos para nuestro País, votando con responsabilidad y de manera libre, las cartas están sobre la mesa, sólo hay que jugarlas para definir los entrantes 4 años, protegiendo la Constitución de 1991.

A votar, es mucho el camino recorrido pero también falta mucho por hacer, debemos responder con contundencia y rapidez, jalando para el mismo lado de los verdaderos planes de gobierno, soluciones responsables y factibles. Que prevalezca el día sobre la noche, hay luces de esperanza, votando a conciencia por quien mejor nos represente, por nuestros hijos y las generaciones por venir.

Dios nos guía para escoger al que le conviene al País, en la senda de la competitividad global, de la gobernabilidad técnica y pulcra, del estado de nuestra sociedad, del compromiso con la soberanía integral territorial, del respeto al derecho del pueblo para tomar sus decisiones. Del compromiso también con la solución pacífica de las diferencias a través del diálogo y las consultas para contribuir en la necesaria construcción de una Nación más pacífica, segura y próspera, con el fortalecimiento de su economía y la total comprensión del vínculo directo entre la seguridad y el desarrollo que florece disruptivo y novedoso.

Debemos centrarnos en ser realistas, con una visión clara de los crecientes desafíos a los que nos enfrentamos, si lo conseguimos es posible que lo superemos. Tenemos el conocimiento, sabemos hacia dónde tenemos que ir, conocemos las medidas para actuar, sabemos lo que hay que hacer, es cuestión de subirnos en la ruta adecuada, de verdad se puede, hemos aprendido muchas cosas, no debemos dejar las cosas entonces al azar, hay que ser conscientes de lo que estamos haciendo y del lugar donde estamos. 

La ruta por seguir, el porvenir, la visión, el sueño, dependen de eso, de cómo cada uno de nosotros tomamos la decisión correcta, es la prioridad. El éxito requiere sólo mejorar la institucionalidad en una trayectoria positiva, activa y pro democrática, impartiendo justicia sin impunidad, controlando la corrupción y creando un campo de juego nivelado para las nuevas inversiones, comprendiendo el contexto local, aprendiendo de los errores pasados, en sano equilibrio entre el Estado y la Comunidad, con mucho trabajo para mantenerlo en prosperidad compartida, más relevante y trascendente.