Directora Ejecutiva
Fenalco Risaralda
Queda muy poco para definir quienes irán a disputar la Presidencia de la República. El esfuerzo tiene que ser, mirar bien los planes, programas, ideas y
propuestas, revisar quiénes acompañan a cada uno de los aspirantes, qué le conviene al país en esta coyuntura, quién es más claro ante los verdaderos problemas nacionales, como la atención a los migrantes, la política exterior, la seguridad ciudadana, la deforestación; un exhorto a la defensa de los valores de la Democracia, resolviendo de fondo el descontento, con un sistema de gobierno viable, renovando el optimismo popular y esperanzador, proponiendo una economía circular como un modelo que sienta sus bases en imitar la naturaleza, cerrando el ciclo de la materia, para evitar la generación de residuos como estrategia de producción más eficiente para que exista una verdadera sostenibilidad.Deben prevalecer nuestra madurez política y las garantías que soportan la confianza empresarial y la inversión extranjera, fortaleciendo y mejorando nuestra condición Republicana, confiando que viviremos en el País en el que quepamos todos los colombianos.
Un capitalismo consciente es posible, con entornos organizacionales más solidarios y empáticos, nuevas visiones de empresas semilleras de oportunidades, abiertas a enseñar, a proveer de experiencia en lugar de exigirla, dispuestos a sacrificar utilidades a cambio de salarios, comprometidos con el bienestar y la calidad de vida de su gente, reafirmando que existen cientos de razones para continuar caminando juntos. Volver a creer, valorar a quienes se la juegan por poner proyectos productivos, y hacer realidad ideas de negocios, dimensionando lo imprescindible en cada eslabón de la cadena. Apoyo, estabilidad jurídica y sentido colectivo, es la fórmula.
La clase media ha crecido, tenemos un servicio de salud universal e ilimitado, podemos viajar a decenas de países sin visa, se garantizan los derechos de las minorías, se respeta el derecho reproductivo en las mujeres, la pobreza extrema se ha reducido, tenemos ciudades que son ejemplo en el mundo y la recuperación económica post pandemia es significativa.
Colombia necesita un sistema laboral que permita flexibilidad en la contratación, con protección al trabajador, al desempleado y al informal, fortaleciendo la seguridad social, incentivando el ahorro de cesantías, haciendo permanente el subsidio de emergencia por desempleo, permitiendo un mercado del trabajo mucho más libre, dinámico, adaptable, productivo, competitivo y atractivo para la inversión extranjera, contribuyendo a multiplicar las oportunidades de buenos empleos para todos.
La prosperidad económica, puede reducir la desigualdad, un tema que trasciende fronteras y hay que unirse para buscar soluciones multilaterales por vías de cooperación, con actores externos confiables, creíbles, que ofrezcan oportunidades coherentes en áreas del interés común.
El País, tendrá unas elecciones justas y libres. Del exterior vienen vientos que crean un círculo virtuoso de mayor inversión, confianza y empleo. Hay que mantener la casa en orden, un cambio súbito en las reglas de juego puede ahuyentar capitales justo cuando más se necesitan. Un panorama internacional desafiante, combinado con problemas agudos en países vecinos, obliga a la cautela, a mantener la credibilidad de los mercados financieros y cuidar el endeudamiento para pasar la tormenta sin mayores problemas.
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