La mejor decisión, invertir en la gente

Por Victoria Eugenia Echeverri A
Directora Ejecutiva 
Fenalco Risaralda

Formación, clima laboral, salud y bienestar emocional, son algunas de las áreas a las que le apuestan las organizaciones comerciales afiliadas a Fenalco Risaralda para impulsar el crecimiento de sus trabajadores, el mejoramiento y su calidad de vida, preparándolos de cara a los constantes retos y cambios.

El bienestar genera felicidad, cuando se invierte en las personas hay ganancias tanto para el beneficiario de esos programas y sus familias como para las compañías porque las personas son más productivas, se apropian de los temas empresariales y contribuyen a hacer sociedad.

Los agremiados a Fenalco, creen en el liderazgo transformador que promueve una relación cercana, igual en el desarrollo de competencias tanto técnicas como adaptativas que les permiten a las personas crecer en el entorno laboral y empresarial, cumpliendo los objetivos organizacionales, conformando equipos con conocimiento y experiencia idónea, gracias a una labor de culturización enmarcada en trabajo colaborativo por procesos, desempeñando roles eficientes, en un ambiente positivo, con un norte claro y de forma articulada, cumpliendo con las metas propuestas, flexibilizando las formas de trabajo y generando nuevos esquemas de calificación y seguimiento a las actividades.

Para lograr una verdadera transformación, es necesario confiar en la gente y entender que son más importantes los resultados que el número de horas que una persona pasa de manera presencial en la oficina. Ya no se trata de medir el tráfico de personas que ingresen, sino de identificar con técnicas especializadas para predecir los comportamientos, cuántos de esos visitantes pueden convertirse en clientes potenciales y diseñar entonces estrategias para poderles llegar.

Las recomendaciones que dejan los usuarios en las páginas web y redes sociales son indicadores especiales e importantes que permiten conocerlos mejor, entenderlos y diseñar productos que cumplan con la oferta de valor que se prometa, siendo trascendedores. Todos los trabajadores de las organizaciones deben tener la información de primera mano, conocer la promesa que tiene la empresa y manejar el mismo discurso, manteniendo la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Si hay una buena comunicación en el interior de la organización, se refleja en buen servicio al cliente y por ende, genera respeto y credibilidad ante los grupos de interés.

Si una persona dentro de una empresa no está dispuesta a adaptarse a una realidad en la que el cambio es constante se quedará obsoleta y atrasada. 

Las plataformas digitales, los teléfonos inteligentes, la conectividad y una interfaz robusta que se oriente hacia la experiencia del consumidor, son la clave del éxito. Hay que enfocarse en tecnología que ayude a las empresas a volverse intuitivas, adelantarse a lo que quiere el cliente, conocerlo y satisfacer sus reales necesidades, teniendo soluciones con una analítica de datos que entregue un perfilamiento correcto, se debe aprovechar que vivimos en una era en la que tenemos mucha información para poder conocer las preferencias de los clientes y aplicarlas para nuestro negocio, hay que aprovechar las tecnologías para saber anticiparnos y crear una experiencia que se sienta fluida, sin turbulencias, una interacción tan efectiva que el cliente tenga la sensación de que es como tener un consejero personal.

Al personal hay que formarlo para asumir ese reto, que los colaboradores salgan de la zona de confort y asuman los cambios que tengan más plasticidad y asuman estabilidad, es indispensable para sobrevivir y triunfar en el Siglo XXI. 

Pese a los momentos difíciles hay esperanza y un futuro promisorio gracias a la tecnología y a los avances que la actual generación pueda aprovechar.