Directora Ejecutiva
Fenalco Risaralda
Con la pandemia, aprendimos, innovamos y nos adaptamos de manera excepcional, construimos nuevas formas de interactuar y socializar, la resiliencia y el coraje se hicieron evidentes en esta coyuntura para crear y transformar.
Entendimos la relevancia del cuidado de uno mismo y del otro, la necesidad de la comunicación, del debate, la interacción y el trabajo colaborativo con participación activa, para recuperar la sensibilidad de compartir espacios que contribuyen a la construcción del tejido social y a fortalecer las competencias laborales que promueven mejor salud física y mental.
La economía, tras los picos de la pandemia, ha logrado un repunte evidente y sorprendente, una tarea nada fácil, en un escenario de grandes dificultades y desafíos. El consumo de los hogares, la recuperación del empleo, las remesas, el ahorro contenido y el crédito, han sido los principales motores de la reactivación.
El tejido empresarial, ha dado muestras de estar listo para responder cuando se le ha necesitado, ajustándose a nuevos modelos disruptivos, sostenibles e inclusivos; incluyendo a todos los grupos y áreas de las organizaciones, transmitiendo un mensaje claro y coherente, dando prioridad a la igualdad y al respeto, impactando de manera positiva los equipos, proveedores y clientes, donde las personas se sienten vistas, escuchadas y valoradas, fortaleciendo las relaciones laborales y mejorando la marca, ofreciendo bienestar, formación, retos, mayor interacción y valorando todas las ideas innovadoras que se proponen desde los distintos niveles jerárquicos, en una labor de culturización enmarcada en el trabajo colaborativo, potenciando competencias y conocimientos para roles más eficientes.
Con la pandemia también, se logró cambiar las expectativas de los compradores de forma permanente, las soluciones a corto plazo, cómo recoger los productos sin tener que ingresar a los establecimientos de comercio y utilizar la virtualidad dando un giro a las experiencias. Lo cierto, es que esa migración del contacto físico al digital ha venido creciendo de forma considerable, hasta el punto de que muchas empresas están tomando decisiones para cumplir con los objetivos de sus líneas de negocio y esperan que el 31% de sus ingresos provengan de canales digitales.
Los avances relacionados con la nube hoy representan el 24% del gasto en transformación digital para atender a los clientes desde cualquier lugar. La digitalización entonces, se convierte en una de las prioridades para el segmento empresarial, permitiendo la automatización y sistematización de los procesos, logrando llevar a otro nivel la comunicación, escucha y seguimiento de las necesidades del cliente actual y futuro.
Al margen, las nuevas estrategias del mundo digital, permiten la colaboración con colegas y socios, sin importar dónde, cuándo y cómo trabajan, pudiendo estar más conectados, encontrando mayor equilibrio entre la oficina y el hogar, creando un lugar laboral más inclusivo tanto físico como virtual.
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