Por Uriel Escobar Barrios, M.D.
El universo tiene un funcionamiento cíclico; eso quiere decir que todas las estructuras que lo conforman están regidas por dicha ley suprema, de la cual no escapamos, por supuesto, los seres humanos. La cosmología, que es la ciencia encargada de estudiar el universo, dice que está conformado por seres vivos, planetas, estrellas, galaxias, nubes de polvo, la luz y el tiempo, formas de la materia, energía, espacio-tiempo y leyes físicas.
Para entender la dimensión, la complejidad y el perfecto equilibrio que organizan el universo, veamos qué pasa, por ejemplo, con las galaxias. Según las observaciones que ha realizado el telescopio espacial Hubble, las galaxias, tanto las elípticas como las espirales, suman aproximadamente dos billones, lo cual ha sido constatado (aunque en un número menor) por la nave interplanetaria New Horizons, lanzada al espacio desde el 2006, cuando registró minuciosamente todas las estructuras que conforman el universo.
A todas estas, ¿cómo se da el engranaje del ser humano en esta infinita estructura cósmica de la cual hace parte? La ciencia ha indagado mucho al respecto, y aunque aún hay más inquietudes que descubrimientos, se puede decir de manera general que su funcionamiento está perfectamente sincronizado y es regido por las mismas leyes que ya se han mencionado. Un hallazgo muy importante en este sentido es el reconocimiento de que la salud y la enfermedad están en gran medida determinadas por el estilo de vida de la persona. Cuando se vive en contravía de los principios universales, sobreviene la enfermedad y el deterioro del bienestar.
De igual forma, cuando se está sujeto a estos principios rectores, y el comportamiento se ajusta a la ley natural, no solo hay una mayor longevidad, sino una mejor salud, que, además, se puede recuperar tras el surgimiento de enfermedades producto de los estilos de vida. La cronobiología, que se encarga de estudiar los fenómenos periódicos relacionados con los ritmos biológicos, realiza descubrimientos que ayudan cada vez más a mejorar la salud integral de la humanidad.
Un aspecto clave en el humano es el salto cualitativo que ha dado en el desarrollo de la conciencia, lo que le ha permitido evaluar el impacto de sus actos en el desarrollo de su vida, en la de los seres cercanos y en la sociedad en general. Acaba de terminar un año, y a nivel psicológico y emocional comienza la preparación para una nueva etapa que se nutre de las experiencias buenas, malas, las pérdidas, los sueños y los proyectos cumplidos y los que están pendientes por realizar.
En Colombia, pese a todas las dificultades que tiene la gran mayoría de sus habitantes, como las profundas desigualdades socioeconómicas, la violencia a todos los niveles y la gran impunidad que favorece a los que desangran al Estado, no se puede perder la esperanza que para el 2022 se dé un salto hacia la construcción de un país más solidario, fraterno y con justicia social. www.urielescobar.com.co
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