domingo, 28 de noviembre de 2021

La cultura ha transformado el dolor de las mujeres afrodescendientes

Foto: Gobernación de Risaralda

Con una muestra cultural, gastronómica y musical, la Gobernación de Risaralda conmemoró el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer en el corregimiento de Santa Cecilia en Pueblo Rico. 

Saliéndose de los eventos que tradicionales acompañan la conmemoración de esta fecha, la secretaría de Mujer, Familia y Desarrollo Social y el despacho de la Primera Dama de Risaralda convocaron a la Policía Nacional, el Ejército, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Asociación Nacional de Mujeres Afrodescendientes “Guadalupe Zapata” para resaltar la cultura y tradiciones de las mujeres y reconocer cómo este factor ha incidido en la transformación del dolor que han vivido a raíz de múltiples situaciones de vulneración de sus derechos.

“El municipio de Pueblo Rico y el corregimiento de Santa Cecilia son una prioridad para nuestro Gobernador, también acá convergen las tres etnias y varias culturas, así que esta conmemoración tiene un enfoque diferencial, para resaltar la belleza de la mujer afro, su gastronomía y sus costumbres ancestrales y cómo a través de ello han podido transformar sus realidades”, señaló Elizabeth Diosa, secretaria de Mujer, Familia y Desarrollo Social.

Reconocimiento a las mujeres afrodescendientes (Foto: Gobernación de Risaralda)

Cumpliendo con el objetivo de la actividad, se entregó reconocimiento a 17 mujeres que con sus acciones desde lo educativo, comunitario y social vienen dejando huella desde el amor y la transformación. 

“Hemos querido resaltar y reconocer la maravilla de mujeres risaraldenses que tenemos, quienes dan lo mejor de sí en lugares apartados como este, para educar, cuidar, sanar y conservar la cultura. Hoy queda claro que cuando las mujeres nos unimos y se usa el amor como herramienta es posible obtener grandes resultados”,  dijo Nathalia Sierra Ramírez, primera Dama del Departamento

Frente a este reconocimiento, Diosney Peña Mosquera, una maestra chocoana que desde hace 21 años brinda formación a los niños y niñas de la sede educativa el Silencio de este corregimiento afirmó que “para mi es una sorpresa y este reconocimiento hace que yo me comprometa más por el pueblo Celiano y especialmente con mis niños”.  

 El color, el ritmo, las tradiciones, la gastronomía y el sabor de la comunidad afrodescendiente engalanaron la plaza principal de este corregimiento de Pueblo Rico, dónde las condiciones de vulnerabilidad históricamente han azotado a la población, mayoritariamente a las mujeres, pero que hoy son aliciente para transformar esas realidades y construir escenarios de paz y amor.   

“Como mujer víctima del conflicto armado me he refugiado en la cultura y en mis compañeras, toda la resiliencia que hoy tengo la he conseguido con la música  y los bailes, en este momento puedo decir que soy feliz”, fueron las palabras de Katerin Albornoz, integrante de la asociación Guadalupe Zapata para explicar el efecto que ha causado la cultura para transformar el dolor en alegría.  

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