viernes, 13 de noviembre de 2020

 Quinchía  o transformación, 
desde el recuerdo…

Grupo de investigadores en el corazón de la vereda: Isabel Cristina Castillo, estudiante de maestría y funcionaria de la UTP. Profesor Alberto Antonio Beron Ospina, Sociólogo profesor Universidad Pontificia Javeriana Bogota, Jefferson Jaramillo Marin y fotógrafo José Fernando Marin Hernández.

Por ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

La gente es la que está “entre cerros y montañas”. Desde el Batero hasta el verde que no se desprende como una serie de triángulos que emergen en la tierra dura, de bancos de niebla. De ciudadanos del común.

Que entiende entre su repaso de historia,  guiado por sus editores, que el “silencio no es una solución para construir   convivencia sólida  y espíritu comunitario  que son la base de la paz”.

En sus 106 páginas “las voces de la tierra”:  en 9 cortos relatos donde desentraña el ser, las minas, el agua, la violencia, el empresario minero, el campesino, el auge de familias tradicionales. Sus historias en primera persona con “la intención de ofrecer luces  sobre una población invisibilizada e "incómoda".

LA HISTORIA 

“Que cuenta con una experiencia socio – cultural – histórica de un valor profundo  para los procesos de memoria y paz del país.

Este es otro valor de la publicación  de la Biblioteca Vértices Colombiana, Ediciones desde abajo.

El impacto  que la envuelve con personajes  que dan “cuenta de la rebeldía de un pueblo”. Su “representación”. La historia representada, narrada desde seres de carne y hueso para reafirmar construcción de identidad. “Un proceso de transformación desde el recuerdo, donde ellos fueron sus protagonistas”.

DIVERSIDAD DE VOCES

Habla el pueblo con su “diversidad de voces”: que sacan a relucir  la rebeldía. Construida desde abajo. Actúan – son actores reales entre cerros y montañas, “en memoria del pueblo”

Aquí hubo, hay, habrá, reposo y tiempo para la paz surgida desde el territorio. Narrada desde el otro.

 Otro mérito de la publicación  es derribar el mito  que es otra “forma de devastación “que sufrieron sus habitantes ya que “las hullas del daño no se presentan  siempre de la misma manera”. Existen, perduran, “otros paisajes”. Los de múltiples relatos y experiencias.

La Quinchía que reafirma la vida y defiende la tierra. La del conflicto: la que deja huellas de “una memoria oculta entre sus cerros”.

La misma, diríamos que “los pobladores están acostumbrados a defender de la adversidad recurriendo  a sus mitos”.

CUOTA DE TERROR

Siempre habrá una pregunta que el mismo libro plante:

-¿Por qué los agentes de la violencia históricamente  han pasado  y se han insertado en Quinchía, dejando su particular cuota de terror?

Surge desde sus pobladores que cuentan con una dilata “experiencia social, cultural, histórica, que para ellos tiene un profundo valor. El mismo que ha sido puesto a prueba en distintos momentos de su historia”.

Para los autores del libro, estas Memorias de resistencias en Quinchía, Risaralda, Colombia, las “memorias individuales de dolor, esperanza y transformación  parecieran agruparse  bajo la forma de una memoria colectiva de resistencias cotidianas”  

PRESENTE

Recogiendo memoria en la Casa de la Cultura de Quinchía.
Tiene la impronta  del filósofo Alberto Berón Ospina;  del sociólogo de la Javeriana, Juan Pablo Arciniegas Martín; Isabel Cristina Castillo, integrante del Grupo de Investigación Filosofía  y memoria: Jefferson Jaramillo Marín, docente de la Pontificia.

Con el respaldo en la investigación de estudiantes del curso Estado y Desarrollo de la Javeriana y el profesor Henry Salgado, varios estudioso del Conflicto  y la Paz del Instituto Colombo – Alemán para la Paz , Stephan Peters , Thomas Otto Fischer, Claudia Maya y Juliana González. Todo con el sello de la UTP,  Maestría en Historia, facultad de Educación y Licenciatura de Etnoeducación, a la Javeriana de Bogotá y la Universidad Católica de Euchstätt- Ingolstadt, de Alemania.

No hay comentarios:

Publicar un comentario