sábado, 13 de junio de 2020

DIMENSIONES

RETRÁCTESE SEÑOR MINISTRO
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *


El desarrollo de una sociedad se mide por la capacidad para reconocer el trabajo que desempeña cada uno de sus miembros. Ese es el bien supremo, por encima de indicadores economicistas.


José Buelvas Díaz es un médico de 43 años, padre de 2 hijos y, desde hace 18 años, dedicado completamente al cuidado de la salud de sus pacientes. En su afán por brindar una atención más cualificada, se especializó en salud familiar, medicina interna y medicina crítica en cuidados intensivos. 

Actualmente, trabaja en la Clínica Materno Infantil Adela de Char, ubicada en el municipio de Soledad (Atlántico). El 8 de junio del 2020 le hicieron amenazas de muerte tanto en el sitio de trabajo, como en su apartamento. Las dos coronas fúnebres que recibió iban acompañadas de una advertencia: tenía 24 horas para renunciar al cargo, porque era el responsable de la muerte de una persona infectada con la Covid-19. En un acto de valor, denunció ante la opinión pública las intimidaciones de que era objeto. Su video se convirtió en viral y concitó la solidaridad nacional.  

Este hecho tiene antecedentes importantes: en el país ya se han presentado situaciones de rechazo por parte de algunas comunidades hacia los empleados de la salud, porque les da miedo que estos últimos puedan contagiarse en su trabajo y luego ir a infectar a los demás.  Según Carmen Torres Malaver, delegada de la seguridad ciudadana de la Fiscalía General de la Nación, en el país hay 4 médicos más que se encuentran en una situación similar a la del Dr. Buelvas. 

La incertidumbre ante el contagio ha incrementado la sensibilidad de la población, y para acabar de “echarle leña al fuego”, el ministro de Salud, Fernando Ruíz, el 3 de junio del 2020, en la comisión segunda del Senado expresó: “Hemos venido observando  que las áreas de cuidado intensivo en muchos lugares de Colombia están siendo mal utilizadas. […] Sabemos que hay un incentivo en muchos hospitales y clínicas particulares para tener pacientes  en estos servicios más allá del tiempo que se necesita y con un interés puramente económico y facturar más”.

El superintendente de Salud, Fabio Aristizábal, apoyó las declaraciones del ministro. Por medio de la circular 012, manifestó que la entidad se asegurará de que las IPS “cumplan con los criterios de manejo clínico a los pacientes contagiados por Covid-19”. 

Las acusaciones generales, que sin ninguna prueba lanzó Fernando Ruiz, provocaron, con justa razón, la reacción de las asociaciones de médicos, entre ellas, de la Asociación Colombiana de Medicina Crítica (AMCI), la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC), y el Colegio Médico Colombiano. Investigue, ministro, y denuncie a los culpables, si los hay; pero no manche la dignidad de una profesión ni ponga en peligro la vida de sus servidores. Retráctese y pida disculpas. 

www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16

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