DESTRUIR AL SER AMADO
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
A sus 24 años y con dos niños que había dejado en Supía, su pueblo natal, Ruth abrigaba en su mente un mejor futuro para los tres. Por esta razón se vino a vivir y a trabajar a Pereira. A pesar de las dificultades que tuvo en su relación afectiva anterior, ella le apuntaba a conseguir un nuevo amor que llenara de ilusiones su existencia, y en ese transitar apareció en su vida Germán.
Los primeros meses fueron de encantamiento, pero como sucede con bastante frecuencia, después de que se extingue la pasión, aparece en su cruda realidad el verdadero ser humano que estaba oculto por el deseo.
Germán comenzó a mostrarse tal cual era: celoso, posesivo, maltratador, en fin, comportamiento agresivo y machista que se exacerbaba cuando le decía a Ruth: “Usted no me puede dejar, si lo hace yo la mato y me mato”. Sentencia terrible que se hizo realidad la noche del 4 de noviembre.
Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en 2016, 731 mujeres tuvieron el mismo desenlace de Ruth. Por otra parte, la Defensoría del Pueblo registró que en el primer trimestre del 2017, 6219 mujeres reportaron algún tipo de amenaza: el 50 % provenía de compañeros sentimentales, el 30 % de exparejas y el 10 % de esposos y novios.
Entender este comportamiento tan terriblemente destructivo contra las personas que supuestamente se aman será siempre un reto para quienes pretenden explicar las motivaciones que se encuentran en el trasfondo de cualquier conducta. Desde una perspectiva cultural, se llega a la conclusión de que la formación que reciben los niños –que la repiten cuando son adultos– se basa en el concepto de que "para ser hombres hay que ser fuertes, no dejarse de nadie e imponer a los demás el criterio propio".
Así que mientras no haya un cambio en estos paradigmas que se basan en el egoísmo y en el ejercicio de la violencia como una forma de alcanzar el reconocimiento, las personas más vulnerables, en este caso las mujeres cuya dignidad ha sido maltratada, seguirán sufriendo las consecuencias de este imperativo cultural. www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16
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