MENTES CORRUPTAS
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
De acuerdo con el informe presentado por la Contraloría General de la República, en Colombia se pierden anualmente cincuenta billones de pesos por fenómenos relacionados con la corrupción; por ejemplo, según sus cálculos, las empresas pagan en promedio 17 % del valor de un contrato para ganarse la licitación. Por su parte, el fiscal general de la Nación afirma que la corrupción es el delito que más crece en el país: es el 13.5 % de todas las investigaciones que adelanta su entidad, ¡100.848 casos por probables delitos en contra de la administración pública! ¿Qué sucede en los otros países?
La ONG Transparencia Internacional presentó un informe sobre el índice de percepción de la corrupción (CPI, por sus siglas en inglés) en 2016 e hizo un estudio comparativo de este fenómeno en 176 países del mundo, donde fueron evaluados en una escala de 0 a 100. Los resultados muestran que Nueva Zelanda y Dinamarca fueron los mejor ubicados, mientras que Colombia ocupó el lugar número 90, con una calificación de 37 puntos. La pregunta que obviamente surge es si puede combatir esta enfermedad que corroe lo más profundo de la institucionalidad. Todos los aspirantes a la presidencia, dada la sensibilidad “y los votos que puede producir el tema”, prometen acabar de tajo con esta práctica.
La solución definitiva no se consigue solamente con endurecer las penas, realizar consultas anticorrupción o creer que votando por una persona cambiarán “por arte de magia”, las arraigadas costumbres deshonestas de este país, enquistadas en el corazón colombiano durante siglos. El punto de quiebre de estas costumbres es la educación; y no cualquier tipo de educación, sino una fundamentada en que desde temprana edad, se les enseñe a los estudiantes a reflexionar sobre su actuar ético.
El psicólogo norteamericano Lawrence Kohlbert en su teoría sobre el desarrollo moral sienta las bases sobre este proceso: el individuo debe pasar de una visión centrada en el interés personal a otra donde reconozca la supremacía de lo colectivo sobre lo personal. www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16
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