Feria de encuestas a un año de elecciones
Marco Antonio Pérez Serna
Twitter@MarcoPerez
Consultor político
A medida que se acerca una contienda electoral los medios de comunicación divulgan con cierta regularidad encuestas y otras mediciones que pretenden valorar el clima político, y hacer un intento de aproximación sobre quién podría entre los candidatos competidores, ser el más o los más beneficiados con la intención de voto de los electores.
A un año de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia, ya se divulgan varias mediciones, replicadas por medios de amplia circulación nacional en un intento por llamar la atención del mundo político y de la ciudadanía en general, para cautivar audiencias en torno a las más opcionadas propuestas políticas. Haremos referencia a dos de las más comentadas esta semana, la de la firma Invamer presentada hace 8 días, y la investigación de Polimétrica de la firma Cifras y Conceptos.
¿Encuestas para qué?
Más que encuestas por sí mismas, hablamos de investigación del mercado o del público electoral a través de herramientas de investigación social. Las encuestas son solo una herramienta de tipo cuantitativo, para medir números y tendencias; ésta se debe combinar con herramientas cualitativas, como grupos focales o entrevistas para determinar cualidades. Las encuestas nos dan los números y las herramientas cualitativas nos dicen por qué, son herramientas complementarias que se deben aplicar en forma paralela, para conocer con certeza el ambiente social o político del momento.
Ya es tradicional la referencia de que una encuesta, es solo una foto de un factor en un momento social particular, se deben hacer varias mediciones en un período particular para determinar una tendencia. Igual de importante es exigir la metodología estadística para garantizar su idoneidad.
¿Qué nos dicen estas encuestas?
Las encuestas no predicen el futuro, son herramientas para definir estrategias y tácticas de comunicación y persuasión, para llegar a un público objetivo. Estas dos encuestas en mención, Invamer y Polimétrica tienen claras diferencias en metodología, población a la cual se le aplica el cuestionario, cubrimiento geográfico, además del tiempo en el cual se ejecutó (es recomendable mirar las fichas técnicas); por eso la justificada diferencia en los números presentados en sus resultados.
Pero más allá de esos número es necesario determinar tendencias en las cuales si hay coincidencias. Estas primeras mediciones, tan distantes de la fecha electoral, más que intención de voto definitivo miden el reconocimiento y la imagen favorable o desfavorable de los candidatos, por eso marcan en los primeros lugares, aquellos candidatos que por su actividad tienen o han tenido mayor exposición mediática; no en vano puntea el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, y comparte primeros lugares con el ex alcalde de Bogotá Gustavo Petro; además de personajes constantemente registrados por los medios como la senadora Claudia López, el ex gobernador de Antioquia Sergio Fajardo, e incluso el ex procurador Alejandro Ordoñez.
Reitero, estas mediciones y herramientas de investigación social son el insumo para que los estrategas políticos de cada campaña definan las estrategias y acciones necesarias, y así lograr convencer al electorado y voten por una opción en particular. En este momento tan distante del día de elecciones, hay elementos más importantes en estas mediciones para tener en cuenta, más que la intención de voto en sí.
Llama la atención la importancia que tiene la figura del ex presidente y hoy senador Álvaro Uribe en la decisión definitiva. En la respuesta de Polimétrica sobre quién quisiera que fuese el Presidente, marca el primer lugar con 12%, una singular frase: “el que ponga Uribe”. Es claro que la próxima contienda electoral se definirá entre uribistas y no uribistas. Con el atenuante de que los eventuales candidatos presidenciales del uribismo hoy, son muy desconocidos (Duque, Guerra, Nieto).
Ninguno de los hasta ahora precandidatos, por sí mismos podría liderar una victoria en solitario; es claro que se llegará a una segunda vuelta con una coalición de partidos y movimientos políticos; se replicará, muy seguramente la unidad nacional del liberalismo, cambio radical y La U, enfrentados al Centro Democrático que encarna el uribismo; y jugarán como alternativas de decisión para uno u otro lado el conservatismo, el polo y los partidos minoritarios como los verdes.
Hoy como está la realidad política de Colombia, no habría opción real para un candidato alternativo a la política - outsider, sino cuenta con una estructura sólida que respalde el proyecto político. La antesala a la campaña presidencial, serán las elecciones legislativas.
Otra variable importante para determinar en estas mediciones son los temas sobre los cuales se podría definir la campaña, que aún no están sólidamente definidos. El fenómeno de la corrupción va poco a poco saliendo de la agenda informativa, al igual que los acuerdos de La Habana entre el Gobierno y las Farc, copado ahora por las emergencias invernales y los paros y movimientos de insatisfacción popular contra el saliente gobierno de Juan Manuel Santos, que se hunde cada vez más en una imagen negativa.
A medida que transcurra el tiempo y se caliente el debate electoral, los temas irán aflorando siendo propuestos ya sea por los mismos medios de comunicación, los hechos cotidianos, los intereses políticos y las redes sociales, como nuevos grandes protagonistas de estas jornadas electorales.
Hoy hay gran dispersión de candidatos, ninguno con una imagen claramente definida; además de partidos políticos con gran descrédito y bajo reconocimiento. Está todo aún por hacer, en ambas mediciones el porcentaje de indecisos es considerablemente alto, cercano al 40%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario