LA LECCIÓN FRANCESA
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
El 7 de mayo de 2017 el pueblo francés se vio enfrentado ante una disyuntiva para elegir la tendencia ideológica que guiaría su destino en los siguientes cinco años. Por un lado, estaba la propuesta de Marine Le Pen, la líder del partido de extrema derecha: Frente Nacional, cuyo ideario contempla la xenofobia, el nacionalismo y la antiinmigración y le dice no a la unión de los estados europeos.
Por otra parte, estaba el otro contrincante, por el que se decidió el 66.06 % de los franceses: Emmanuel Macron, un exbanquero liberal que se dio a conocer como ministro de Economía hace dos años y quien fundó –apenas en abril de 2016– el partido político denominado ¡En Marcha!
Con una ideología de centro y proeuropea, Macron en menos de un año logró convencer a la mayoría de los votantes de la bondad de sus propuestas, en medio de un ambiente caracterizado en muchas partes del mundo por el odio, la discriminación y el fundamentalismo. La derrota en Austria del populista y xenófobo Norbert Hofer y en Holanda de la extrema derecha comandada por Geert Wilders es un mensaje que Europa está enviando al resto del mundo: se puede derrotar a los extremistas y nacionalistas.
Francia, una nación con un PIB en 2016 de USD$ 2.488 billones, que la ubica como la sexta economía más poderosa del mundo, nos está diciendo que hay que unirse para derrotar las tendencias religiosas, sociales y políticas más oscuras y retardatarias, que pretenden dividir a los individuos por sexo, religión, nacionalidad y sistema de creencias.
Los seres humanos merecemos respeto y trato digno, tal como lo consigna sabiamente el Artículo 13 de la Constitución Política colombiana: “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley […], gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”. www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16
*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)
Por otra parte, estaba el otro contrincante, por el que se decidió el 66.06 % de los franceses: Emmanuel Macron, un exbanquero liberal que se dio a conocer como ministro de Economía hace dos años y quien fundó –apenas en abril de 2016– el partido político denominado ¡En Marcha!
Con una ideología de centro y proeuropea, Macron en menos de un año logró convencer a la mayoría de los votantes de la bondad de sus propuestas, en medio de un ambiente caracterizado en muchas partes del mundo por el odio, la discriminación y el fundamentalismo. La derrota en Austria del populista y xenófobo Norbert Hofer y en Holanda de la extrema derecha comandada por Geert Wilders es un mensaje que Europa está enviando al resto del mundo: se puede derrotar a los extremistas y nacionalistas.
Francia, una nación con un PIB en 2016 de USD$ 2.488 billones, que la ubica como la sexta economía más poderosa del mundo, nos está diciendo que hay que unirse para derrotar las tendencias religiosas, sociales y políticas más oscuras y retardatarias, que pretenden dividir a los individuos por sexo, religión, nacionalidad y sistema de creencias.
Los seres humanos merecemos respeto y trato digno, tal como lo consigna sabiamente el Artículo 13 de la Constitución Política colombiana: “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley […], gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica”. www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16
*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)
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