PADRES AZULES
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
Yulia Konstantinova y Veronika Volkova eran dos adolescentes rusas de 15 y 16 años, respectivamente. Al igual que los chicos de su edad, tenían sueños, ilusiones, y seguramente incertidumbres y sufrimientos. Sus vidas se dieron a conocer en muchas partes del mundo por su trágico final: se lanzaron desde el piso 14 de un edificio de apartamentos.
La periodista Galina Mursalieva hizo una investigación sobre hechos similares y encontró que entre noviembre de 2015 y abril de 2016 se produjeron 130 suicidios de niños y adolescentes que tenían algo en común: participaban de un juego virtual denominado La Ballena Azul.
Las pesquisas realizadas por las autoridades han develado que esta es una modalidad de juego creada al parecer por Philip Budeikin, que se convirtió en viral a través de la red social Vhontakte (VK); consiste en ir superando algunas pruebas hasta llegar a la número 50, que propone suicidarse: tal como lo hacen las ballenas azules, que por voluntad propia se acercan a las costas para morir. En otros países como España, Portugal, Brasil, Chile y Colombia se han reportado casos similares. En nuestro país, por lo menos 3 casos de adolescentes muertos pueden estar relacionados con esta actividad.
¿Cómo se puede prevenir que los jóvenes se inicien en este y en otros juegos a través de internet? ¿De quién es la responsabilidad? Sin olvidar la función que debe cumplir el Estado a través de las instituciones educativas y de campañas masivas que alerten sobre ello, la responsabilidad principal la deben asumir los padres.
Detrás de un adolescente involucrado en estos juegos existen lo que se podría denominar “padres azules”, es decir, padres que no les han inculcado a sus hijos principios fundamentales para convivir en sociedad: respeto, disciplina y acompañamiento. Un menor de edad no puede realizar ninguna actividad social sin el conocimiento y la aprobación de sus padres, y en el cumplimiento de esta norma no puede haber concesiones. www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16
*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)
La periodista Galina Mursalieva hizo una investigación sobre hechos similares y encontró que entre noviembre de 2015 y abril de 2016 se produjeron 130 suicidios de niños y adolescentes que tenían algo en común: participaban de un juego virtual denominado La Ballena Azul.
Las pesquisas realizadas por las autoridades han develado que esta es una modalidad de juego creada al parecer por Philip Budeikin, que se convirtió en viral a través de la red social Vhontakte (VK); consiste en ir superando algunas pruebas hasta llegar a la número 50, que propone suicidarse: tal como lo hacen las ballenas azules, que por voluntad propia se acercan a las costas para morir. En otros países como España, Portugal, Brasil, Chile y Colombia se han reportado casos similares. En nuestro país, por lo menos 3 casos de adolescentes muertos pueden estar relacionados con esta actividad.
¿Cómo se puede prevenir que los jóvenes se inicien en este y en otros juegos a través de internet? ¿De quién es la responsabilidad? Sin olvidar la función que debe cumplir el Estado a través de las instituciones educativas y de campañas masivas que alerten sobre ello, la responsabilidad principal la deben asumir los padres.
Detrás de un adolescente involucrado en estos juegos existen lo que se podría denominar “padres azules”, es decir, padres que no les han inculcado a sus hijos principios fundamentales para convivir en sociedad: respeto, disciplina y acompañamiento. Un menor de edad no puede realizar ninguna actividad social sin el conocimiento y la aprobación de sus padres, y en el cumplimiento de esta norma no puede haber concesiones. www.urielescobar.net / Twitter: @urielbarrios16
*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)
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