COLAPSO DEL SISTEMA DE SALUD
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
Los colombianos no terminamos de salir de una situación de asombro, cuando nos vemos sorprendidos, por otra de igual o peor magnitud, en lo referente a la prestación de servicios de salud.
El tristemente conocido paseo de la muerte, en el cual un compatriota del común, sin recursos, “sin padrinos o palancas”, se ve expuesto a ir de una a otra institución en un peregrinar bochornoso que atenta contra el más elemental de los derechos que tenemos los que habitamos este país: La preservación de nuestra vida. Por encima de éste no puede haber ninguna consideración distinta a la atención inmediata, sin trabas y con los mejores estándares de calidad que se merece un ciudadano. Porqué mueren niños y mujeres embarazadas en las puertas de clínicas y hospitales?.
No se necesita ser un especialista en temas econométricos de salud, para responder a esta pregunta. La respuesta precisa y contundente es: Mala o inadecuada distribución de los recursos, que no son del estado, entiéndase esto, son de todos nosotros los que aportamos para nuestra atención y solidariamente para quienes no tienen capacidad de pago. Porque de esta forma ha sido concebido el sistema de salud colombiano: Los más pudientes aportan para que en una gran bolsa, estos recursos sean distribuidos por medio de una entidad denominada Fosyga (Fondo de Solidaridad y Garantía), el cual los irriga para que a través del régimen subsidiado, sea atendida la población más pobre y vulnerable.
¿Son insuficientes los recursos con que cuenta el sistema?. O ¿No se está optimizando su distribución?. Claro que se necesitan más recursos, sin embargo, el problema mayor es que a la finitud de ellos, se suma la manera como se distribuyen. Para que los dineros lleguen a quienes prestan el servicio (Las IPS), deben atravesar un peaje funesto: Las EPS (las empresas aseguradoras) y muchos de ellos allí se quedan.
Entonces, preguntaría un lego en la materia. ¿Porqué no se suprimen estas entidades y el estado gira directamente los dineros a quienes prestan el servicio?. La respuesta es fácil. El presupuesto global de la salud es de 20.8 billones de pesos anuales y alrededor de esa "platica" se mueven muchos intereses, por eso los intentos que se han hecho hasta ahora por acabarlas, han sido infructuosos.
*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)
El tristemente conocido paseo de la muerte, en el cual un compatriota del común, sin recursos, “sin padrinos o palancas”, se ve expuesto a ir de una a otra institución en un peregrinar bochornoso que atenta contra el más elemental de los derechos que tenemos los que habitamos este país: La preservación de nuestra vida. Por encima de éste no puede haber ninguna consideración distinta a la atención inmediata, sin trabas y con los mejores estándares de calidad que se merece un ciudadano. Porqué mueren niños y mujeres embarazadas en las puertas de clínicas y hospitales?.
No se necesita ser un especialista en temas econométricos de salud, para responder a esta pregunta. La respuesta precisa y contundente es: Mala o inadecuada distribución de los recursos, que no son del estado, entiéndase esto, son de todos nosotros los que aportamos para nuestra atención y solidariamente para quienes no tienen capacidad de pago. Porque de esta forma ha sido concebido el sistema de salud colombiano: Los más pudientes aportan para que en una gran bolsa, estos recursos sean distribuidos por medio de una entidad denominada Fosyga (Fondo de Solidaridad y Garantía), el cual los irriga para que a través del régimen subsidiado, sea atendida la población más pobre y vulnerable.
¿Son insuficientes los recursos con que cuenta el sistema?. O ¿No se está optimizando su distribución?. Claro que se necesitan más recursos, sin embargo, el problema mayor es que a la finitud de ellos, se suma la manera como se distribuyen. Para que los dineros lleguen a quienes prestan el servicio (Las IPS), deben atravesar un peaje funesto: Las EPS (las empresas aseguradoras) y muchos de ellos allí se quedan.
Entonces, preguntaría un lego en la materia. ¿Porqué no se suprimen estas entidades y el estado gira directamente los dineros a quienes prestan el servicio?. La respuesta es fácil. El presupuesto global de la salud es de 20.8 billones de pesos anuales y alrededor de esa "platica" se mueven muchos intereses, por eso los intentos que se han hecho hasta ahora por acabarlas, han sido infructuosos.
*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)
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