Columna de opinión
CADA DÍA MÁS COLOMBIANOS SE SUICIDAN
Por: Uriel Escobar Barrios, M.D. *
Eran las 11 de la mañana de un lunes que apenas desperezaba la semana. Cuando la auxiliar de enfermería asomó su rostro en el consultorio, inmediatamente pensé que algo no estaba bien. Me comentó compungida que Cristian se había suicidado hacía pocos minutos, practicándose el Hara Kiri o Seppuku, una modalidad ritual japonesa en la cual la persona se quita la vida, clavándose un objeto corto punzante en el abdomen. Atiné a decir: “Oh!. Dios”.
Una sensación de profundo dolor recorriendo todo el cuerpo termino con la cabeza entre las manos y con la funcionaria tocándome el hombro, con la expresión: “Lo siento doctor”. A él como sucede con todos mis pacientes, lo aprendí a querer y los casi dos años que lo había atendido, afianzaban ese sentimiento.
En Colombia durante el año 2015 se suicidaron 5.7 personas diariamente, según el más reciente estudio publicado por el Instituto Nacional de Medicina Legal y ciencias forenses. La tasa de suicidios en el país se ha incrementado de manera significativa, sólo para colocar un indicador en el 2006 la tasa por 100.000 personas fue de 4.03 y en el anterior, 5.22!.
En términos globales fueron 2.068 personas que tomaron la decisión de acabar con su vida, de los cuales el 80% fueron hombres, la mayoría comprendidos en el rango de edad entre 20 a 24 años (14.60%). Si!. Ha leído bien, estos hombres tan jóvenes se encuentran desencantados de la vida. Porqué sucede esto?. Es posible intervenir esta conducta y prevenir o minimizar sus terribles secuelas?.
Cristian en muchas ocasiones expresó: “Lo que siento es un dolor tan profundo que me taladra el alma. No sé para qué estoy en esta vida”. Conmovedor mensaje. Una de las claves para ayudar al suicida es entender su sufrimiento. Lleno de dolor, de incertidumbre, de no poder encontrar un propósito que lo ligue a la existencia, ven la muerte como una solución a sus contradicciones, a su caos psíquico.
Desde esta perspectiva, se puede hacer mucho no sólo para tratar a la persona que ya se encuentra en este camino, sino, prevenir a los que en el momento sienten o pueden llegar a experimentar esa misma sensación de vacío y desesperanza. El mensaje es reconocer que toda vida humana tiene un significado y cada persona debe encontrarlo consultando con su interior.
*Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra. (Esta columna de opinión es responsabilidad directa de su autor)
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