“Directorio Deptal es el directorio de Patiño, no hay institucionalidad”: Molina
“Respaldo a Herman Calvo para abrir la baraja y recuperar la segunda Cámara”. “La lista de Cámara es como el campanazo que cosas nuevas se están incubando en nuestra colectividad”. "Patiño debe seguir en la Cámara y es estúpido pensar que sea el malo del paseo, pero se necesitan nuevos liderazgos”
El diputado Alonso Molina Corrales con su decisión de apoyar la candidatura de Herman Calvo, a la Cámara y no a Diego Patiño entregó varios mensajes: uno, que no es simpatizante del Representante, que la suya es una nueva tendencia roja, que se aparta de su entrañable amigo Ernesto Zuluaga que apoya a Patiño. Por tal motivo le consultamos sobre ese punto de quiebre y su incidencia en la política liberal de Risaralda, sobre todo cuando la mayoría del aparato está con el jefe departamental Diego Patiño.
¿Por qué la decisión de respaldar a Herman Calvo y no a Patiño como se esperaba?
Porque si queremos que el Partido Liberal se acerque efectivamente a la posibilidad de recuperar su segunda Cámara y de tener un papel protagónico en las elecciones regionales es necesario abrir la baraja, el ramillete de opciones. Porque un partido que se deje poner la etiqueta que los candidatos son los mismos de siempre estará condenado a estar en lugares secundarios.
Usted ha dicho que hay un potencial de jóvenes que estaban siendo condenados a un cuello de botella con lista de uno. ¿Ese cuello de botella es el representante Diego Patiño?
Es que la disciplina pesa mucho todavía. Pero hay espacios en el liberalismo para que esos nuevos liderazgos abran camino para Alcaldía de Pereira, por ejemplo, y para la Gobernación porque Juan Manuel Arango es sólo precandidato tal como él mismo lo ha dicho. Hay que definir un mecanismo democrático de selección. Pero si Juan Manuel quiere Gobernación yo lo acompaño.
Usted habla de Juan Manuel, pero muchos creen que se entregó a Diego Patiño y que dejó colgado a más de uno. ¿Cree que es así?
Los liberales que sentíamos que el Partido estaba extraviado veíamos a Juan Manuel como una esperanza, que fuera una opción de liderazgo dentro del Partido para representar a esos liberales que no se sentían representados por el sector patiñista.
¿Funciona la institucionalidad, organización, jerarquía en el Partido Liberal?
Yo creo realmente que la institucionalidad no ha funcionado, lo que ha funcionado son los aparatos logísticos y proselitistas que cada jefe político monta para tramitar sus aspiraciones que son legítimas. Siento que el Directorio Departamental de Risaralda es el directorio de Diego Patiño, y el Directorio Municipal de Pereira nunca funcionó bien, y hoy no existe. No había consciencia de aparato institucional y de su importancia.
¿Qué se debe hacer para institucionalizar el Partido?
Hay que hacer un proceso de carnetización útil y transparente; mecanismo de reflexión política; crear secretarías temáticas para dialogar con las organizaciones sociales, con las mujeres, los campesinos. La carnetización la debe hacer un ente independiente, y no carnetizar con el aparatico en el carro del candidato que es lo que se ha hecho ahora.
Pero, ¿Está cerca ese proceso de institucionalización?
Los resultados de Congreso determinan la suerte del Partido. Hay varios escenarios: uno optimista con dos cámaras; otro, sacar la curul de Patiño y nos condenaría al escenario de los últimos cuatro años, no vamos avanzar nada, será un partido a las necesidades de un sector político mayoritario en alianza con Juan Manuel; y el tercero que se pierda la Cámara que tenemos, hay tareas diferentes a cada escenario en las que debe estar vinculado todo el partido.
¿Dice usted que la lista a la Cámara es una luz al final del túnel? ¿Por qué?
Creo que sí. La presencia de Mónica, de Herman, la nuestra para ayudar, la de un voto preferente y no cerrada, es como el campanazo que cosas nuevas se están incubando en nuestra colectividad, y eso es bueno porque el escenario de un solo Representante no es lo ideal, lo ideal es tener dos para ser lo que fuimos, que marcó el compás del desarrollo del departamento.
Con sus palabras está dejando la sensación que “el malo del paseo” es Patiño y que debería dar un paso al costado, muy a pesar que ha entrado su vida al Partido Liberal. ¿Es así?
No, creo que no. Estúpido pensar una cosa de esas. Todas las organizaciones necesitan de la experiencia vivencial personal, política y profesional como la de Diego Patiño; no está ahí porque le hayan regalado nada, él se ganó ese espacio, se ganó el liderazgo y es el presidente del Partido. No se puede despachar por la puerta del atrás, sería un error. Es necesario que sea reelegido en la Cámara. Un error craso sería que el proceso de renovación en la colectividad se convirtiera en una lucha generacional. Pero los nuevos liderazgos son positivos para el Partido.
¿Por qué la decisión de respaldar a Herman Calvo y no a Patiño como se esperaba?
Porque si queremos que el Partido Liberal se acerque efectivamente a la posibilidad de recuperar su segunda Cámara y de tener un papel protagónico en las elecciones regionales es necesario abrir la baraja, el ramillete de opciones. Porque un partido que se deje poner la etiqueta que los candidatos son los mismos de siempre estará condenado a estar en lugares secundarios.
Usted ha dicho que hay un potencial de jóvenes que estaban siendo condenados a un cuello de botella con lista de uno. ¿Ese cuello de botella es el representante Diego Patiño?
Es que la disciplina pesa mucho todavía. Pero hay espacios en el liberalismo para que esos nuevos liderazgos abran camino para Alcaldía de Pereira, por ejemplo, y para la Gobernación porque Juan Manuel Arango es sólo precandidato tal como él mismo lo ha dicho. Hay que definir un mecanismo democrático de selección. Pero si Juan Manuel quiere Gobernación yo lo acompaño.
Usted habla de Juan Manuel, pero muchos creen que se entregó a Diego Patiño y que dejó colgado a más de uno. ¿Cree que es así?
Los liberales que sentíamos que el Partido estaba extraviado veíamos a Juan Manuel como una esperanza, que fuera una opción de liderazgo dentro del Partido para representar a esos liberales que no se sentían representados por el sector patiñista.
¿Funciona la institucionalidad, organización, jerarquía en el Partido Liberal?
Yo creo realmente que la institucionalidad no ha funcionado, lo que ha funcionado son los aparatos logísticos y proselitistas que cada jefe político monta para tramitar sus aspiraciones que son legítimas. Siento que el Directorio Departamental de Risaralda es el directorio de Diego Patiño, y el Directorio Municipal de Pereira nunca funcionó bien, y hoy no existe. No había consciencia de aparato institucional y de su importancia.
¿Qué se debe hacer para institucionalizar el Partido?
Hay que hacer un proceso de carnetización útil y transparente; mecanismo de reflexión política; crear secretarías temáticas para dialogar con las organizaciones sociales, con las mujeres, los campesinos. La carnetización la debe hacer un ente independiente, y no carnetizar con el aparatico en el carro del candidato que es lo que se ha hecho ahora.
Pero, ¿Está cerca ese proceso de institucionalización?
Los resultados de Congreso determinan la suerte del Partido. Hay varios escenarios: uno optimista con dos cámaras; otro, sacar la curul de Patiño y nos condenaría al escenario de los últimos cuatro años, no vamos avanzar nada, será un partido a las necesidades de un sector político mayoritario en alianza con Juan Manuel; y el tercero que se pierda la Cámara que tenemos, hay tareas diferentes a cada escenario en las que debe estar vinculado todo el partido.
¿Dice usted que la lista a la Cámara es una luz al final del túnel? ¿Por qué?
Creo que sí. La presencia de Mónica, de Herman, la nuestra para ayudar, la de un voto preferente y no cerrada, es como el campanazo que cosas nuevas se están incubando en nuestra colectividad, y eso es bueno porque el escenario de un solo Representante no es lo ideal, lo ideal es tener dos para ser lo que fuimos, que marcó el compás del desarrollo del departamento.
Con sus palabras está dejando la sensación que “el malo del paseo” es Patiño y que debería dar un paso al costado, muy a pesar que ha entrado su vida al Partido Liberal. ¿Es así?
No, creo que no. Estúpido pensar una cosa de esas. Todas las organizaciones necesitan de la experiencia vivencial personal, política y profesional como la de Diego Patiño; no está ahí porque le hayan regalado nada, él se ganó ese espacio, se ganó el liderazgo y es el presidente del Partido. No se puede despachar por la puerta del atrás, sería un error. Es necesario que sea reelegido en la Cámara. Un error craso sería que el proceso de renovación en la colectividad se convirtiera en una lucha generacional. Pero los nuevos liderazgos son positivos para el Partido.
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