Y ello tiene una razón, defienden una ideología, y unos programas. El que gana defiende las suyas y el que pierde seguirá defendiendo las propias en la oposición, criticando y proponiendo y por esa vía la opinión pública o los castiga o los premia. El Partido opositor hoy, mañana podrá ser el nuevo gobernante. No se entregan al ganador.
Ejemplos los hay: en España, el Partido Socialista Obrero, Psoe, y el Partido Popular, mantienen la disputa y así se rotan el gobierno. En Estados Unidos los Demócratas y los Republicanos. Pero en Colombia y particularmente en Risaralda, el tema, hasta da pena ajena ante el mundo.
El que pierde hace hasta lo imposible para plegarse al gobierno, o el gobierno los conquista. Aquí las ideologías no cuentan, lo que vale es la negociación de participación burocrática y la inclusión de uno que otro programa del que llega.
Por ejemplo, en Pereira ganó el Partido de la U con Enrique Vásquez, y perdió el Partido Liberal con Juan Manuel Arango y hoy vemos que los concejales rojos hacen parte del bloque de apoyo al gobierno.
En la Gobernación, Ganó Carlos botero, con el movimiento Unir pero luego se hicieron acuerdos logrando el apoyo de toda la Asamblea, entre ellos el de los liberales del ex candidato Alberto Arias Dávila.
En Dosquebradas, Ganó Diego Ramos que se inscribió por firmas y la ASÍ. El partido Liberal y Afrovides los más grandes contendores hoy están con el gobierno.
El eje central es la mal llamada gobernabilidad, que en nuestro país, y en nuestro departamento es cuestión de burocracia y poco o nada de ideología. Mucho nos falta por aprender y quien saben si aprendamos.
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