viernes, 6 de julio de 2012

ASAMBLEA DE RISARALDA FRENTE AL GOBERNADOR CARLOS BOTERO


Las relaciones del gobernador de Risaralda Carlos Alberto Botero con la Asamblea no han sido las mejores en estos primeros seis meses de gobierno. Apenas ahora se vislumbra una recomposición.

El mandatario empezó con un bloque propio de siete diputados, es decir los que estuvieron con él en campaña: los tres de La U: los conservadores Hugo Armando Arango y Juan Carlos Rivera; y los  liberales Herman Calvo, hoy presidente de la Asamblea y Diomedes Toro. Sin embargo Botero siempre habló de un bloque de 12 para hacer una especie de gobierno de unidad. Pero eso sólo se quedó en el papel porque la realidad comenzó a mostrar otra cosa muy distinta.


Lo que empezó primando en la Asamblea fue el desorden. Todos contra todos. No se veía un claro bloque de apoyo al gobernador y en unos casos le aprobaban todo, en otros le negaban todo. El gobernador se quedó sin escuderos.

Las razones: una de ellas, la actitud del Gobernador de dejar sola a la asamblea en su trabajo: vista por muchos como respeto por la autonomía, exceso de confianza y por otros un símbolo de displicencia.
Se perdió el canal de comunicación con la Asamblea, no se socializaban los proyectos, y los funcionarios brillaban por su ausencia, no se empoderaban de las iniciativas. Eso no gustó. Además que la participación en el gobierno y el cumplimiento de compromisos no se veía.

Y como en río revuelto ganancia de pescadores, todos los a la deriva, aprovecharon proyectos tan importantes como el Plan de desarrollo para hacerle modificaciones inconsultas, en los que los cuatro liberales, liderados por Mario Marín y los tres conservadores por Julio César Londoño, sacaron el mayor provecho. Además le negaron facultades al Gobernador y le condicionaron el plan de acción a que tenía que ser  revisado por la Asamblea.

Y fueron estos, los rojos y los azules los que marcaron la iniciativa para armar su propio bloque de siete y fue tanto el poder que empezó a ejercer que logró conquistar dos miembros más: José María Rosero y Fernán Caicedo del Partido de La U, para ajustar nueve. Este bloque se reunió con el gobernador y le presentó apoyo a su gestión, lo que ha sido visto más un bloque de  apoyo sí, pero condicionado, de presión si se quiere. 

Han permanecido leales a Botero el diputado de Cambio Radical, Alexánder García, y Jhon Jairo Arias Henao, de La U, aunque este último ha sido duro en los debates de control político a los funcionarios. El  Mira  ha fijado una posición de independencia

Solo ahora se advierte un cambio de actitud  entre las partes que puede ser el principio de unas buenas relaciones. Por primera vez en este año, se sentaron a manteles, ayer, con desayuno a bordo, el gobernador y once diputados, menos el del Mira, para socializar seis proyectos, algo que estaban pidiendo a gritos. Hoy se habla de un bloque de 11 y eso  será posible medirlo en los debates que vienen.

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